La aplicación de la química ha existido desde siempre; por ejemplo, en la fermentación de alimentos, para producir pan, bebidas alcohólicas, queso, yogurt, etc. Incluso antes, con el descubrimiento del fuego, empleado para cocinar los alimentos o dar calor al ser humano ya se empleaba una de las reacciones químicas más utilizadas y reproducidas en el planeta: la combustión.

A lo largo del tiempo la Química se ha empleado para elaborar productos necesarios para el ser humano, iniciando con los primera necesidad, alimentos, vestido y habitación y continuando con artículos importantes, pero de menor necesidad, como la obtención y uso de pigmentos vegetales y minerales para crear pinturas rupestres (1).

La química actual es considerada la forma evolucionada de la antigua alquimia, practicada durante la Edad Media, la alquimia comenzó de forma una tanto misteriosa y mágica.

En cualquier objeto, en cualquier situación, la química está presente: desde el instrumento más sofisticado de cualquier nave espacial hasta la función más básica de nuestro cuerpo, en los medicamentos que ayudan a prevenir y curar enfermedades, en los alimentos, en la pintura de la escuela, en todos nuestros aparatos en casa, en nuestra ropa… la química está en todo.